"El infinito cabe en una hoja de papel". (Lu Chi)

viernes, 15 de noviembre de 2013

Gijón Ilustrado



El Gijón que crece en los siglos XVIII y XIX sobre propuestas de Jovellanos.

Documentos relacionados:
Folleto de la ruta "Gijón Ilustrado"

Duración:
2 horas.

Comienzo:

Museo Casa Natal de Jovellanos.

Final:

Jardines de la Reina.

Recorrido:
  • Museo Casa Natal de Jovellanos   
  • Plaza Mayor
  • Paseo del Muro
  • Plaza del Instituto
  • Calle la Merced
  • Paseo de Begoña
  • Los Campinos de Begoña
  • Calle Covadonga
  • Plaza de Europa
  • Plaza del Seis de Agosto
  • Calle Los Moros
  • Calle Corrida
  • Plaza de Italia
  • Jardines de la Reina
Se aconseja:
  • Recorrido a pie.

Descripción:
Se dice que Gijón le debe el mar a Dios y el resto a Jovellanos. Y es que Jovellanos fue una figura decisiva en el desarrollo económico, cultural y urbanístico de la ciudad donde nació, donde vivió y a la que tanto contribuyó a expander urbanística y económicamente. Gijón creció en los siglos XVIII y XIX, precisamente sobre las propuestas planteadas por el ilustrado.
Casa Natal de Jovellanos
Comienza nuestro itinerario en el lugar de nacimiento de la más importante de las personalidades gijonesas: la Casa Natal de Jovellanos en Cimavilla. Palacio del siglo XV convertido, desde 1971, en un museo pleno de recuerdos de quien allí nació el día 5 de enero de 1744: Baltasar Melchor Gaspar María de Jovellanos.
El ilustrado, defensor de las artes, preocupado por la escasa producción artística de la Asturias de su tiempo, hubiese visto con agrado como las dependencias del caserón familiar albergan ahora obras de los más brillantes representantes de la pintura y escultura asturianas.
Abandonamos la Casa Natal de Jovellanos y visitamos la anexa capilla de los Remedios, en el lateral izquierdo del Museo. En ella se encuentra el sepulcro de Jovellanos.
En la plaza de Jovellanos prestamos atención al establecimiento hotelero a nuestra derecha. Esta Casa fue la primera sede del Instituto de Náutica y Mineralogía fundado por Jovellanos para promover "el cultivo y comercio del carbón creando hábiles mineros y diestros pilotos". Precisamente los dos recursos naturales más importantes con que contaba Asturias: el mar y los yacimientos de carbón. Tras pasar por la Plaza Mayor, con la Casa Consistorial obra de Andrés Coello de mediados del siglo XIX, continuamos nuestro recorrido por el Paseo del Muro, siempre concurrido, contemplando el símbolo gijonés que supone la hermosa playa de San Lorenzo. No perdemos la cara al mar y divisamos la Escalera Monumental de Acceso a la Playa, es decir, La Escalerona. Así es llamada por gijoneses y visitantes la escalera construida en 1933 por Avelino Díaz y Fernández Omaña con el fin de solventar los problemas que planteaba, ya entonces, el masivo acceso al arenal. Los baños se habían puesto de moda ya desde finales del siglo XIX y eran varios los balnearios que existían en esta zona de la playa; sólo en esta zona ya que el resto del arenal, conformado con dunas y marismas, se comenzó lentamente a desecar a partir de 1860, pero el Muro de contención que hoy vemos no se terminó hasta el año 1907. Concretamente en agosto de 1914 que es cuando se inaugura el Puente del Piles.
El visionario Gaspar Melchor de Jovellanos ya se había preocupado por la acción demoledora del mar y la arena que impedían el crecimiento de la ciudad hacia el sureste. El ilustrado, que disfrutaba de frecuentes paseos por el litoral gijonés, había propuesto a la corporación municipal la construcción del muro de contención y tuvo parte decisiva en el tramo desde la parte trasera de San Pedro hasta la calle Capua.
Atravesando los Jardines del Náutico, tomamos la calle que lleva el nombre de Jovellanos. A nuestra izquierda se abre la Plaza del Instituto y en un lateral vemos el Instituto de Jovellanos. Aquel primer edificio del barrio alto se había quedado pequeño y Jovellanos encarga el proyecto del definitivo Instituto a Juan de Villanueva, Arquitecto Mayor de la Corte. Las obras comenzaron en 1798 aunque el ilustrado sólo conoció su planta baja. Tras su muerte, entre 1888 y 1892 se completó el edificio como hoy lo vemos: Monumento Nacional desde 1975 y sede de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular del Ayuntamiento de Gijón.
La plaza del Instituto es conocida por los gijoneses como El Parchís, pues hace sesenta años, cuando fue diseñada, tenía forma cuadrada con las jardineras de las esquinas y con otro conjunto floral en el centro que le daban la apariencia del clásico juego de mesa. En la actualidad sigue conservando esa denominación extraoficial. Rodean a esta plaza una serie de edificios de notable interés, siendo llamativo el de color verde que hace esquina con la calle de La Merced. Es la Casa Berenguer, de clara influencia modernista catalana, obra de José Graner y Prat del año 1902. Al lado de esta casa, frente a la entrada principal de acceso al Instituto Jovellanos, destaca la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús (La Iglesiona) construida entre 1918 y 1922. Diseñada por el también catalán Joaquin Rubio i Bellver, fue el director de la obra quien era durante esos años arquitecto municipal de Gijón: Miguel García de la Cruz. Su fachada tiene una gran carga decorativa y está coronada por una inmensa imagen del Sagrado Corazón (el Santón para los gijoneses) en mármol de Carrara y obra del escultor Serafín Basora. Con unos 50 metros de altura, el Santón es visible desde gran parte de la ciudad.
A la derecha del Instituto y frente a la Iglesiona se encuentra la Biblioteca Pública Jovellanos, antes sede del Banco de España. Ocupa el solar del primer teatro Jovellanos, desaparecido en 1934, que fue pionero de la iluminación eléctrica en España y cuyo arquitecto había sido Andrés Coello, el mismo que realizó la Casa Consistorial. El actual edificio -concurrida y completísima biblioteca- fue erigido según proyecto de Luis Menéndez Pidal. Volvemos a la Plaza del Instituto fijándonos en el edificio número 3, de estilo racionalista, obra de los arquitectos del Busto, padre e hijo. Se considera como un ejemplo emblemático del racionalismo gijonés, es decir, de la arquitectura de comienzos de los años treinta: la arquitectura de la República.
Ascendemos por la calle de La Merced, dejando a nuestra derecha la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales Jovellanos proyectada también por Manuel del Busto en el año 1911. Está edificada sobre los terrenos que eran la huerta y el jardín del Instituto Jovellanos y tras ella se encuentra el colegio de Educación Primaria que también, como tantas cosas en Gijón, lleva el nombre del ilustrado.
Antiguo Teatro Dindurra
Llegamos al Paseo de Begoña. Es un promontorio natural, una gran roca que antes era llamado Alto de Begoña, que en el siglo XVIII es convertido en alameda. Con el paso de los años fue condicionándose hasta convertirse en un lugar de ocio, recreo infantil y esparcimiento ciudadano. A nuestra izquierda observamos el Teatro Jovellanos heredero de un antiguo Teatro Dindurra y en la actualidad desarrollando una amplia y variada oferta cultural bajo gestión municipal. Al fondo la esbelta Iglesia de San Lorenzo, construida en estilo neogótico en 1896 por el arquitecto Luis Bellido. Delante de ella una pérgola de azulejo y madera, construida en los años 30 y llamada popularmente Los Patos. La primitiva fue demolida en los años 60 y de nuevo fue reconstruida, con notable fidelidad al original, en el año 1992, cuando se remodeló el entorno por última vez.

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