"El infinito cabe en una hoja de papel". (Lu Chi)

miércoles, 12 de junio de 2013

Conociendo a... Lorenzo Silva



Iniciamos una nueva sección de post donde iremos conociendo a los ponentes del Congreso, a la vez que nos ofrecerán unos consejos-guía para los escritores noveles, siempre relacionados con su propio sector.

Comenzamos esta sección Conociendo a...

Lorenzo Silva, autor madrileño (Carabanchel) conocido por sus libros de novela negra, siempre protagonizados por la pareja de Guardias Civiles, Bevilacqua y Chamorro, ha escrito géneros muy diversos: relato, novela negra, infantil y juvenil, ensayo literario, artículos y obras de no ficción.

Abogado de profesión, publicó su primer libro en 1.995 y desde entonces ha sido finalista (1.997) y galardonado con el Premio Nadal (2000); el Premio Primavera (2004); el Premio Algaba de ensayo (2010); el Premio Planeta (2012); se han llevado dos de sus novelas al cine (La flaqueza del Bolchevique y El alquimista impaciente); y, recientemente, ha sido el ganador, conjuntamente con Noemí Trujillo, del Premio «La Brújula» 2013 de narrativa infantil y juvenil de valores, por su novela Suad.

Ahora también ha entrado en el mundo de la edición creando la editorial Playa de Ákaba.
 
Con el permiso del autor, esta entrevista la realizamos desde la curiosidad de un colectivo, los autores noveles, por ello comenzamos con una pregunta obvia:

AEN. —Cuando escribió su primera obra, Noviembre sin violetas (1995) ¿le costó mucho que se la editaran?

Lorenzo Silva. —La verdad es que para esa novela concreta encontré editor sin gran dificultad, pero en condiciones precarias: apareció en ediciones Libertarias, que desapareció justo ese año.

AEN. —Qué le resulta más difícil: ¿escribir para el público infantil y juvenil o para el adulto?

L.S. —Todo tiene su afán, y en el fondo todo es lo mismo. Temo exactamente igual defraudar a

un buen lector de 40 que de 14 años. Y los hay de ambas edades. Los he conocido.

AEN. —Escribir o reescribir, ¿cuál de las dos prefiere y por qué?

L.S. —Disfruto con ambas, pero el punto y la exactitud sólo se alcanzan reescribiendo.

AEN. —Dicen que cuando se escribe una novela el autor acaba amando a sus personajes, y también que del amor al odio hay un paso, ¿odia a alguno de sus personajes?

L.S. —Me caen mal algunos, de hecho los creé para que me cayeran mal o para representar cosas que me disgustan, pero es curioso que incluso a éstos, con el roce, les coges cariño. Como dijo aquel presidente americano, son tus hijos de puta

AEN. —¿Qué fue lo que le motivó para escribir su primer libro?

L.S. —Curiosidad, ambición, imprudencia. Así es como empieza casi todo. Luego se serena uno y calcula más y mejor qué hace, cómo y por qué.

AEN. —Como escritor, ¿qué se siente al ver que sus personajes cobran vida en el cine?

L.S. —La primera vez, estupor. Luego te haces a ello y entiendes que, puestos en una película, pasan a ser personajes de otro: de quien dirige, de quien los interpreta.

AEN. —¿Cuál género disfruta más cuando escribe?

L.S. —Disfruto de todo lo que hago. Lo que no disfruto o disfruto menos, lo dejo para otros.

AEN. —Para terminar esta entrevista, queremos darle las gracias por su colaboración en esta entrevista y su apoyo a la asociación desde sus comienzos, así como pedirle cinco consejos sobre lo que un escritor novel no debería hacer si quiere ver su obra editada.

L.S.:
  1. Tener prisa. A nada que merezca la pena se llega rápido
  2. Descuidar el texto. El texto lo es todo.
  3. Confiar excesivamente en el propio criterio.
  4. Confiar excesivamente en el criterio de otro.
  5. Imitar, replicar, clonar, copiar.

Al menos, son cinco cosas que a mí me desagradan como editor, cuando las percibo. Quizá con otros editores no sean un impedimento…


1 comentario:

  1. Mi consejo como escritora es en primer lugar se debe tener un historial de lecturas importante que les deje sedimento, conocimiento, cultura literaria y todo lo que la sensibilidad pueda captar de ellas. Después escribir cuantas veces sea necesario para brindar un texto que invite a releerlo, trabajarlo incansablemente y sin apuros, Confiar en la intuición, la capacidad y la vocación. Tener curiosidad ante cualquier circunstancia porque se la puede usar como una herramienta o elemento más en el difícil y gratificante arte de la creación. Tenerse confiamza y mucha voluntad para proseguir en el camino que eligieron. Ser escritor es una responsabilidad social que se debe asumir a plena conciencia. Nelly Elías de Benavente . Tucumán - Argentina

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